ELLA podría convertirse en el mayor yate privado jamás construido: el "G-Quest "

No te la juegues, ¡a lo grande!

Este yate del diseñador estadounidense Steve Kozloff supera con creces todo lo anterior. Podría convertirse en el yate privado más grande jamás construido. Se dice que este superyate flotante costará la friolera de 1.000 millones de dólares. El yate tiene espacio para varios aviones, 2 helicópteros, varias lanchas neumáticas, una clínica y un submarino.

20.000 caballos de potencia surcarán las olas

Propulsado por 4 góndolas de hélice con un total de 20.000 caballos de potencia. La velocidad máxima especificada es de 20 nudos (37 km/h). Según Kozloff, la autonomía debería ser de 37.000 km (20.000 millas náuticas). A modo de comparación: una circunnavegación de la Tierra son aproximadamente 40.000 km.

¿Gigantomanía por una buena causa?

Con su "G-Quest", el diseñador de yates californiano Steve Kozloff presenta una embarcación que, de hacerse realidad, batiría de un plumazo todos los récords de la náutica privada. El diseño prevé que el yate tenga una eslora de 215 metros, 35 metros más que el yate más largo del mundo, el "Azzam". El proyecto, supuestamente noble, pretende subrayar el equipamiento previsto del yate: el diseño prevé 12 cubiertas. 3 cubiertas se destinarán al bienestar del propietario y sus invitados, mientras que las 9 restantes estarán totalmente equipadas para la investigación y la medicina. También está previsto instalar varias estaciones de investigación y laboratorios para experimentar con sistemas de propulsión y combustibles sostenibles. También está previsto construir un hospital con 20 camas.

Vida autosuficiente en el agua durante todo el año

A bordo, un solárium, varias piscinas, un apartamento de 300 metros cuadrados, una cancha de baloncesto y un chiringuito ofrecerán mucha variedad. Para poder mantener las operaciones fondeadas de forma respetuosa con el medio ambiente, los generadores se diseñarán para la energía de las olas. Esto significaría que el "G-Quest" no dependería por completo del funcionamiento continuo de los motores. El proyecto, que costaría hasta 1.200 millones de dólares, aún no se ha puesto en marcha.

Fotos Copyright by Steve Kozloff